domingo, 5 de abril de 2009

Endocalidad


La calidad tiene muchas definiciones, dependiendo del enfoque y del autor que se considere. Te invito a buscar las diversas definiciones que puedas encontrar. En este momento en particular, especialmente quisiera invitarte a que realices un ejercicio mental que consiste en dar respuesta a las siguientes preguntas:

¿De dónde surge la calidad?
¿Quién la provee?
¿Quién o cuál es su origen?
¿Quiénes hacen posible la calidad?

Endocalidad se puede definir como: “las hermosas cualidades interiores de una persona o cosa, de acuerdo a lo que se haga referencia. (Con ayuda de “Petit Larousse” de Ramón García-Pelayo Gross)." La endocalidad se traduce en la capacidad que tienen los individuos para crear y conservar un estado de tranquilidad y disposición inmediata para la acción positiva, aun cuando estén sometidos a intensas presiones.



Si organizamos nuestro mundo interno, cultivamos nuestros valores espirituales, e identificamos lo que tienen nuestros roles y las tareas que debemos realizar; evitaremos el derroche de energía. Si unimos y armonizamos: la razón, la emoción, y la espiritualidad, remediaremos las consecuencias de los pensamientos inútiles.


Premisas del nuevo paradigma:

Mi estabilidad depende de mi grado de espiritualidad.
Yo creo en mi pasado, mi presente y mi futuro.
Lo que soy y lo que hago en la práctica garantiza mi futuro.
Soy plenamente responsable de mi estado interno.
Yo mismo me motivo desde dentro hacia afuera; la mayor de las compensaciones es mi satisfacción personal.
Utilizar bien lo que tengo me proporciona felicidad.
Soy el instrumento del bien. Soy el que cuida y protege esto o aquello.
Soy el ser espiritual que da vida a un cuerpo físico.


Enfoque en “rentabilización del esfuerzo” consiste en:
Desechar las actitudes y hábitos que no sirven. Poner en orden nuestra casa interna: colocar cada cosa en su lugar internamente.





Como personas que además somos profesionales, nuestra efectividad puede impulsarse a través de realizar lo siguiente:

Calibrar mi verdadero potencial e identificar mi verdadera voluntad.
Definir mi misión personal.
Definir mis roles.
Identificar los obstáculos que me impiden avanzar.
Fijar mis metas.
Formular el plan.


¿Sómos capaces de dar lo mejor de nosotros?

¿Estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para darlo?

¿De qué tamaño es tu fuerza de voluntad?

¿Cómo es tu endocalidad?

Referencias:
J.C. Larrañaga & E. Bayona Q. & J. Bocanegra, consultado en http://www.monografias.com/trabajos11/sigendoc/sigendoc.shtml
Fotografías tomadas de: La Fundación para una Vida Mejor, consultado en http://www.unavidamejor.org